Max Planck
A continuación transcribimos un fragmento de la autobiografía científica de Planck, en el que describe la situación que lo motivó a dedicarse a la física:
"Mi decisión original de dedicarme a la ciencia nació del descubrimiento que hice cuando aún era adolecente - y que nunca dejó de inspirarme entusiasmo desde entonces - al comprender el hecho evidente de que las leyes del razonamiento humano coinciden con las leyes que rigen las sensaciones que recibimos del mundo que nos rodea y, en virtud de ello, que el razonamiento puro puede permitir al hombre formarse una imagen del mismo. En este sentido, es de fundamental importancia que el mundo exterior sea independiente del hombre, algo absoluto, y, para mi la búsqueda de las leyes aplicables a este absoluto representa la más sublime de las tareas científicas.
Estas consideraciones fueron corroboradas y ampliadas con la excelente instrucción que recibí durante muchos años en el Maximilian-Gymnasium, en Münich, de mi profesor de matemáticas, Hermann Müller, hombre de edad madura, de gran inteligencia y sentido del humor, hábil en el arte de lograr que sus alumnos se formaran una idea y entendieran el significado de las leyes físicas.
Mi mente captó con avidez, como una revelación, la primera ley cuya validez universal absoluta me era conocida, independientemente de toda intervención humana: el principio de la conservación de la energía. Nunca olvidaré el relato que nos hizo Müller, como la mejor de sus anécdotas, aquella del albañil que con gran esfuerzo logra transportar un pesado bloque de piedra hasta el techo de una casa. El trabajo realizado no es vano; queda en el mismo bloque de piedra, y quizas durante muchos años siga incólumne y latente, hasta que posiblemente algún día éste se desprenda y caiga sobre la cabeza de un transeúnte."
Tomada de www.clubdelprogreso.com
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